viernes, 16 de noviembre de 2012

Factores de Vulnerabilidad

Existen ciertas características que pueden hacer más fácil que ciertas personas desarrollen problemas de la conducta alimentaria, pero muchos de estos factores de vulnerabilidad habrán sido también desarrollados durante su historia de vida. Por ejemplo, el que una persona sea impulsiva en términos generales se explica porque a lo largo de su vida, esa persona se ha movido principalmente por la búsqueda de la gratificación inmediata y no ha aprendido a aplazar los refuerzos o a tolerar las frustraciones. Podría ser que esa impulsividad se manifieste también en el terreno de la alimentación si para esta persona, la comida es un mecanismo de refuerzo importante. De igual manera, una persona que es muy controladora, (una variable que está bastante presente en personas con problemas de Anorexia) lo es probablemente por factores relacionados con su historia de aprendizaje (ha estado expuesta a otros modelos que se comportaban de manera controladora, ha descubierto que el sentir que las cosas están bajo control le reporta mucho bienestar y tranquilidad…) y esa necesidad de control puede haberse generalizado también al área de la comida, si la persona experimenta una forma muy gratificante de sentir control a través de los comportamientos restrictivos, por ejemplo.

De todos modos, variables como la impulsividad, el perfeccionismo, el control o la rigidez no explican por sí mismos que aparezcan problemas de alimentación, pues no todo el que tiene estas características manifiesta conductas problemáticas con la comida. Estos rasgos indican sólo tendencias generales de comportamiento que pueden ser relativamente frecuentes o características de una persona (“Rasgos de Personalidad”), pero de ninguna manera pueden situarse como causa de ningún problema o situarlos como explicación del mismo; del mismo modo que no se puede atribuir la causa a los circuitos neuronales o a los niveles de dopamina, pues éstos sólo son un correlato del comportamiento (algo que aparece precisamente porque ciertas conductas están presentes en el individuo, sean éstas problemáticas o no, aunque si son problemáticas, es normal pensar que el nivel de neurotransmisores o el grado de activación de algunos circuitos será diferente a lo que se da en personas que no muestran esos comportamientos problemáticos).

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